Quesos y vinos: maridaje de queso y vino con los que acertar
Siempre se ha dicho que vino y queso sabe a beso… ¡Y qué razón! El maridaje de vino y quesos es uno de nuestros favoritos y tener las claves para crear un maridaje de quesos y vino perfecto puede resultar un acierto en sus cenas.
Hoy en Cestalia nos hemos propuesto investigar qué quesos y vinos pueden suponer una gran unión para acertar en su cena de navidad o con amigos cualquier época del año. ¿Nos acompaña? Le aseguramos que va a tener un éxito asegurado con esta unión.
Maridaje de queso y vino
Ya hemos hablado en otras ocasiones del maridaje de cerveza y queso, una apuesta muy acertada para una cena informar entre amigos. Hoy queremos ir un paso más allá con la presencia del vino en la mesa de quesos.
Hemos comenzado el artículo comentando que vino y queso saben a beso y es que las uniones que ahora le vamos a proponer a continuación son pura delicia para el paladar. ¡Atento!
Cada uno de los tipos de vino que existen encajan perfectamente con un queso distinto, por lo que, para aclararnos, hemos distinguido los principales maridajes de queso y vino perfectos para impresionar a sus invitados y amigos.
- Quesos azules con vinos tinto de reserva. Un queso azul es muy potente y maridarlo con la potencia de un vino reserva va a suponer una mezcla perfecta. Si le gusta el sabor de ambos productos, esta es su mezcla.
- Quesos cremosos con vinos tintos jóvenes. Sacar un queso cremoso para untar en tostadas con un vino tinto joven es un gran acierto, así que opte por este tipo de vino si es su idea.
- Quesos curados con vinos de crianza. Un vino crianza y reserva es una muy buena opción para quesos curados. Volvemos a encontrarnos sabores fuertes y potentes que unidos son una bomba para el paladar.
- Queso de cabra con vino blanco seco. Un queso de cabra en ensalada, gratinado o en guarnición es perfecto para acompañar con un vino blanco seco que no tape el sabor tan característico del queso de cabra.
- Quesos de tetilla con vinos tintos afrutados. Siempre se ha dicho que el queso es la pareja perfecta de las uvas, así que… un vino afrutado con esa esencia de su producto principal va a ser su aliado para los quesos de tetilla, suaves y con un regusto final ideal para cualquier aperitivo.
- Queso fresco con vinos blancos secos. Para quesos frescos, con un sabor mucho más suave, siempre se recomienda un vino blanco seco, que potencie ese sabor y lo lleve al extremo del paladar.
- Queso parmesano con vinos tintos. En términos generales, un parmesano siempre va a ir bien con un tinto joven, por lo que si hay un plato de pasta sobre la mesa con este queso… ¡Apueste por el vino tinto!
- Quesos semicurados con vinos blancos secos. Los quesos semicurados, como el de nuestro Baúl de Navidad 7, es un queso que requiere de un vino blanco seco que permita disfrutar de los matices del queso sin problema.
Puede compaginar cualquiera de los tipos de queso que hemos mencionado con los vinos que incluimos en nuestros lotes de vino para Navidad. No solo eso, si conoce a alguien apasionado del queso y no sabe qué regalarle, ¿por qué no apostar por el vino para sorprenderle? Con la premisa de este maridaje de quesos y vinos quedará muy bien con sus amistades. ¡Y seguro que le dejan probar esta mezcla en algún momento!